sábado, 31 de julio de 2010

My heroine.













Yo, todavía no puedo olvidar el momento en que me dijo la verdad.
Él, bañado en sangre de mentira, portador de una gran sonrisa de payaso alucinado,
atormentado por la heroína que lo iba consumiendo.

Yo, todavía no puedo olvidar el momento en que me dijo su verdad.
Él, lejos de toda inmensidad, se decía a sí mismo "soy una abstracción matemática:
no existo sin mi radical, no existo sin mi cuadrado".

Yo, seguía sin entender esa verdad.
Él, sollozaba, me apretaba, gritaba, desaparecía.
Entonces, dejaría de ser aquella "abstracción matemática".

Yo, ya comenzaba a comprender.
Él, poco a poco, iba cayendo, resbalando, inspirando, olvidando.

Ya no era él, ya no era yo; ya no era el iluso drogadicto en medio de mi sala.
Yo ya no era más su heroína, su radical o su cuadrado.
Era, más bien, su eternidad, su memoria, su final.

jueves, 15 de julio de 2010

Cinta marina













Y cuando me transporto al ensueño de un buque sin pasajeros, dejo caer mi cinta en tus tobillos,
y amo el momento en que la recoges,
y amo el momento en que tu cabello baila,
y amo el suspiro de mi lágrima,
y amo el diente de oro del pirata impertinente.

Y cuando me miras sin decir adiós,
extraño el sollozo de la brisa,
extraño tu risa en medio del desierto,
y, anhelo, anhelo, un arcoiris que llueva.
y, anhelo, anhelo, al duende y a su olla de oro.

Y cuando calmas la aureola de mi molino con tu incertidumbre,
me zambullo en el lago de la alteridad y dejo vagar a mi ego transparente,
y cuando no ves la cinta, me encierro en el cofre del deseo,
la caja de pandora se abre y me lleva.
Y como no estás, no estoy.