bajo una caricia invernal, un verso extranjero,
una idea romana y el viento pasajero,
dices adiós, adiós al amor, a la estación
abandonas la luna, la flor del verano.
El acantilado moviéndose en círculos,
las manos atadas a su cintura, las canciones en el aire,
el faro y sus cambios de dirección,
yo orientando al velero y vos preguntando qué siento si te miro.
