
Las montañas me hablan
Y la rosa carmesí en tu pelo
Se enrosca en aquellos rulos
Que hacen de mi locura insaciable
Canto a la paz, y olvido tu nombre
Aunque quiero recordarlo, entenderlo
Las minucias de la vida, burbujas de infelicidad
Rulos y carmesí, en el extraño tiempo que escogí para vivir.
La vida, la muerte, no existe
Se dan, suceden, no cambian
Recuerdo la rosa en tu cabello
Entiendo que tal vez no vuelva a verla
Ni a ti ni a la rareza de tu rostro.